Funciona con dos cargos. Por un lado, Meta (dueño de WhatsApp) cobra una tarifa por cada conversación iniciada, según el país. Por otro lado, ASPE descuenta esa misma conversación de tu plan mensual. En resumen, pagas por el uso de la tecnología de WhatsApp y por la gestión en nuestra plataforma. Ojo: el cargo de Meta se aplica aunque tu contacto no responda.